The Inner Light

Nacida en Rosario, perfeccionada en la Schola Cantorum de Basilea y en el Conservatorio de Amsterdam, radicada actualmente en la ciudad francesa de Lyon, Diana Baroni es una de las flautistas más distinguidas en el campo de la música antigua en toda Europa y acaba de volver a la Argentina para una serie de actividades con el clavecinista Dirk Börner, otro músico excepcional con el que Baroni ha grabado el ciclo de doce sonatas de Johannes Mattheson titulado Der Brauchbare Virtuoso .

Börner vive también en Lyon (enseña bajo continuo en el conservatorio) y tiene una especial afinidad artística con Baroni. “Es uno de los pocos músicos que conozco -dice la flautista- con el que podés estar trabajando horas y horas sin un propósito definido o sin un concierto por delante. Es un tipo muy especial; un yogui que ha estado muchas veces en la India y que admite que podría dejar la música por algo humanitario. Entonces yo le propuse: ‘¿Querés hacer algo humanitario? Vayamos a la Argentina, donde no vamos a ver un peso’. Y así fue -agrega Baroni-: conseguimos un auspicio de Spedidam (una asociación francesa por los derechos del intérprete) que nos permitió pagar los pasajes, y un alumno me ayudó a organizar una serie de conciertos y clases magistrales.” Las actividades comenzarán hoy por la tarde en el Instituto Municipal de Música de Avellaneda, con una clase y un concierto de cierre (a las 20), y terminarán el domingo 12 a las 20.30 en La Manzana de las Luces con un programa dedicado a Mattheson (además de lo que se informa por separado).

Por lo general, los programas alternarán obras de Bach y Mattheson. “Son dos contemporáneos -explica Baroni-, alemanes protestantes y completamente distintos. En cierta forma todavía tenemos un conflicto, ya que las obras de Bach, sobre todo la Partita y la Suite en si menorque también grabamos en un disco, en el fondo son muy intelectuales. La escritura es tan compleja y polifónica, que no te podés distender y entregar a una cosa más sensual. En cambio Mattheson, un protestante extremo, además de esgrimista, matemático, y cuya música tiene toda una numerología muy fuerte, es muy sensual. Es una locura, un contraste inesperado, pero los organizadores dicen que funciona bien, que es un contraste interesante”.

Además de flautista barroca, Diana Baroni es cantante de folclore latinoamericano. Sus primeros discos, con el Diana Baroni trío, estuvieron dedicados a la música peruana; el último lo define como “menos geográfico y más narrativo.

Flor de verano es un día en cuatro capítulos: la mañana, la siesta, la tarde y la noche, con canciones de México, Perú, Ecuador y Venezuela que describen cada momento del día.” Diana Baroni volverá aquí en 2011, pero esa vez con su prestigioso grupo Café Zimmermann para el ciclo de Festivales. No traerán música de Bach (autor con que el grupo está identificado), sino unas cantatas cómicas de barrocos ignotos que interpretará el célebre contratenor Dominique Visse.

(Tomado del diario argentino "Clarín", fecha 03.09.2010)